Un sueño cumplido, literalmente. Y es que han sido muchas las noches sin dormir. Noches en vela planificando, diseñando, programando, resolviendo problemas, y soñando en cómo sería el día en que mis alumnos pudieran tener la realidad virtual en su aula.

Ya ha pasado un año desde que comencé el proyecto de innovación docente LLOG VR – el primer laboratorio virtual de logística mediante realidad virtual. Hace unos meses realicé con éxito una primera prueba piloto  de LLOG VR con unos pocos alumnos. Después el proyecto pasó a una segunda fase; seis meses de desarrollo muy intensos que han significado un salto cualitativo enorme para LLOG VR. Finalmente, mis alumnos pudieron probarlo coincidiendo con la última clase del cuatrimestre.

Aprovechando nuestras mesas móviles y la zona del proyector, organicé un espacio lo suficientemente amplio que estaba delimitado por las estaciones base de posicionamiento. En el centro el visor y los mandos de realidad virtual, y alrededor el resto de alumnos que podrían ver la experiencia de cada compañero en la pantalla del proyector.

Primero hice una introducción al proyecto, sus objetivos, la tecnología y algo sobre su desarrollo. Después les expliqué cómo usar los mandos en el escenario virtual. A partir de ahí les dejé libertad, se trataba de una sesión lúdica donde tener una nueva experiencia y tele-transportarse literalmente a una empresa.

Fue muy divertido ver lo rápido que el cerebro te engaña y te hace pensar que estas en otro lugar, y ver las reacciones iniciales de mis alumnos. Muchos de ellos no habían probado nunca ningún tipo de dispositivo de realidad virtual.

Como era de esperar los alumnos no tardaron en explorar el espacio, tocar los objetos, manejar los vehícuos y probar todo tipo de cosas inesperadas ¿por qué os gusta tanto hacer torres con las cajas?. A algunos les encantó poder manejar la transpaleta y llevar un palet de un lugar a otro haciendo picking. Otros en cambio buscaban la emoción de conducir un preparador de pedidos o una carretilla elevadora.

La aplicación esconde algunas sorpresas, como los puntos de información docente en realidad virtual de los que ya estuve hablando. Pudieron ver a escala real y en tres dimensiones, y también tocar, las unidades de carga y las cajas de los productos que realizaron en la práctica anterior de optimización del paletizado y la carga del contenedor.

Aunque la aplicación se portó de maravilla, tuve que reiniciar el juego por varios motivos. En primer lugar porque alguno provocó algún accidente con la carretilla. Y es que, como en el mundo real, si no conduces con cuidado puedes tener vuelcos o derribar la mercancía de las estanterías.

El otro motivo fue que el descalibrado de las estaciones base, probablemente por el reflejo del suelo pulido del aula, o algún reflejo en el metal las luminarias del techo. Algo que tendré que tener muy en cuenta en futuras ocasiones.

En general, creo que fue una experiencia muy interesante, divertida, y donde yo también aprendí mucho. Esto me ayudará a mejorar en el futuro y a pensar el mejor modo de ir incorporando esta tecnología a mis clases.

Esto es sólo el comienzo. Por lo que yo sé, no conozco ninguna aplicación como LLOG VR, ni ninguna experiencia similar ¿me equivoco? creo que es la primera.

Con el tiempo no sólo iré mejorando la aplicación LLOG VR, sino que la tecnología también dará un salto cualitativo. Será más barata, rápida, ligera, con mejor calidad de visión, capacidad de interacción, multi-usuario, y adaptada a cualquier tipo de espacios.

Pronto podré decir a mis alumnos:

bien, ahora dejamos los apuntes, ponerse las gafas… que vamos a trabajar en una empresa todos juntos!