Esta semana se celebró en el Campus de Alcoy de la UPV y del 17 al 19 de junio el Congreso Universitario de Innovación Educativa en las Enseñanzas Técnicas (CUIEET).
El CUIEET es un foro de intercambio de experiencias y difusión de innovaciones en el campo de la educación superior y, especialmente, en el ámbito de la ingeniería. En esta ocasión, a través de talleres, mesas redondas y presentación de comunicaciones se abordarán, principalmente, las metodologías de aprendizaje activas, la formación basada en competencias, la gamificación y el uso de la tecnología en el aula, el aprendizaje-servicio, la relación universidad-empresa, las relaciones internacionales y la calidad en las enseñanzas técnicas, con el objetivo de contribuir al desarrollo económico, profesional y social.
Está dirigido a los agentes implicados en el proceso de aprendizaje y aplicación de las enseñanzas técnicas: docentes, investigadores, estudiantes y personal de administración y servicios de las universidades, entre otros. Así como para profesionales y asociaciones en el ámbito de la ingeniería y otras disciplinas relacionadas.
Como os anuncié, durante estos días impartí un taller titulado «la emoción en el aula» y cuyos objetivos eran compartir mi experiencia en el proyecto de innovación docente LLOG, que como sabéis fue primer premio de docencia inversa en el 2018.
De una forma cercana y personal, intenté despertar inquietudes entre mis compañeros/as profesores e intercambiar algunas de las lecciones aprendidas en esta apasionante experiencia. Expliqué la motivación inicial que dio origen al proyecto. La importancia de definir sus objetivos, las dificultades encontradas y como convertir problemas en oportunidades. Los desarrollos realizados y los resultados académicos alcanzados. También hablamos sobre el futuro que está por venir…
Como lo difícil era instalar toda la sala, el taller lo repetí dos días… y además durante toda la mañana del miércoles estuve con las puertas abiertas para que cualquiera (vinieron otros profesores e incluso algún alumno) pudiera charlar conmigo, y probar LLOG VR.
Fue realmente interesante conocer a otros profesores/as con quienes comparto: pasión, generosidad y respeto por los alumnos. También fue muy interesante y divertido ver las reacciones de mis compañeros al probar la realidad virtual (algunos de ellos por primera vez). Además de su sorpresa inicial, instantáneamente su cerebro quedaba enganchado a esa otra realidad. Y enseguida su cabeza empezaba a generar nuevas ideas para sus asignaturas… ¿te imaginas?
Fue laborioso trasladar e instalar todo en el aula. Es una lástima que todavía yo no disponga de un espacio dedicado y permanente para desarrollar y utilizar todo esto. Pero mereció la pena; compartir con otras personas es nuestra razón de ser, las personas son lo más importante.
Personalmente, para mí fue un pequeño reto. Nunca había hablado públicamente con otros profesores en detalle del proyecto, y me obligó a preparar un discurso… ordenando las ideas, mirando hacia atrás y sacando conclusiones. Esto es algo que debería hacer más, cuando mirás hacia atrás de pronto ves más claro el horizonte que tienes delante.
Gracias a todos y a todas por venir! espero que coincidamos en nuevos foros.