En el corazón de Alcoi, la fundición de Rodes un antiguo símbolo de la industria del siglo XX vuelve a cobrar vida. La transformación de este complejo industrial en el Parc Tecnològic Urbà de Rodes representa un valiente y emocionante paso hacia el futuro, donde la historia y la innovación se entrelazan. Al devolver a la vida este patrimonio histórico e industrial, no solo se rememora a nuestras raíces, sino que también se crea un espacio para el desarrollo y el aprendizaje en la era digital. Esta metamorfosis no solo revitalizará la economía local, sino que también nos invita a reflexionar sobre nuestro legado y el impacto que podemos generar en las siguientes generaciones.
El cambio de un entorno industrial tradicional a un parque tecnológico urbano es una manifestación poderosa de cómo las comunidades pueden adaptarse y prosperar. En lugar de dejar que el pasado se desvaneciera en el olvido, se ha optado por transformar Rodes en un núcleo de innovación, donde las tecnologías del siglo XXI, como el metaverso, pueden florecer. Este espacio no solo albergará empresas e instituciones, sino que también se convierte en un punto de encuentro para las ideas y la creatividad, donde el aprendizaje y la colaboración son la clave para enfrentar los retos del futuro.
Fue un auténtico placer y un honor participar en este evento de inauguración, aportando mi granito de arena a este renacimiento industrial. Durante las Jornadas Rodes Metaverso, tuve la oportunidad de compartir nuestras investigaciones y desarrollos en el metaverso industrial (Instituto Tecnológico de Informática – ITI), y dar a conocer nuevas formas de aprendizaje que rompen con los métodos tradicionales.
Esto es fundamental para asegurar que los futuros profesionales estén preparadas para un mundo en constante evolución, donde la capacidad de adaptarse y aprender es más importante que nunca.
Aquí tenéis algunas imágenes de las Jornadas y del acto de inauguración del Parc Tecnològic Urbà de Rodes.
Seguidamente os dejo íntegro el vídeo de mi charla «Claves para el Aprendizaje en el Metaverso», y un resumen de algunas de las ideas desarrolladas.
Claves para el Aprendizaje en el Metaverso: Un Mundo de Posibilidades
Fue una oportunidad fascinante para debatir cómo las tecnologías emergentes, como la realidad virtual y aumentada, pueden revolucionar la forma en que aprendemos. Y, como muchos de vosotros, me resulta inevitable imaginarme escenas de la película Matrix cuando se menciona el metaverso. ¿Quién no querría conectarse y aprender habilidades instantáneamente, como Neo aprendiendo Kung Fu? Aunque aún no llegamos a ese punto, estamos más cerca de lo que parece.
El Verdadero Secreto: Aprender Mejor, No Solo Más
En la charla, inicié con una pregunta que puede parecer sencilla: ¿Cómo se aprende mejor? Sin embargo, la clave no está en el cómo, sino en el mejor. Podemos aprender de muchas maneras: desde leer un libro hasta asistir a clases magistrales, pasando por experiencias inmersivas con realidad virtual. Pero, de nada sirve aprender mucho si el conocimiento no perdura. La esencia está en crear un aprendizaje significativo, algo que nos transforme, que se quede grabado en nuestros cerebros.
La Tecnología: Un Recurso, No una Garantía
Una de las claves más importantes que resalté es que la tecnología, por sí sola, no garantiza el éxito educativo. En este caso, el metaverso es solo una herramienta más, un recurso que, cuando se emplea con un enfoque pedagógico adecuado, puede dar resultados increíbles. Pero si no está bien orientada y acompañada por un docente comprometido, puede ser contraproducente.
El desarrollo de una aplicación de realidad virtual o aumentada es un proceso complejo. No se trata de lanzar unos objetos 3D y esperar que todo funcione. Cada milisegundo cuenta, desde la programación multihilo hasta la creación de modelos en 3D, iluminación y texturización. Y si a esto le añadimos la constante evolución de la tecnología, el reto se multiplica. Lo sé de primera mano, ya que un simulador de logística LLOG VR en el que trabajé me tomó 3 años y miles de horas de desarrollo.
Motivación: El Motor de Todo Proceso de Aprendizaje
Sin motivación, no hacemos nada. Esto aplica tanto para el profesor como para el estudiante. La motivación del docente es esencial para contagiar entusiasmo y curiosidad en los alumnos. Al fin y al cabo, ellos detectan rápidamente si tú no crees en lo que enseñas. Y cuando eso sucede, es muy difícil que se mantengan interesados.
Casos de Uso Reales: La Realidad Virtual al Servicio de la Educación
El metaverso y la realidad virtual no son conceptos futuristas; ya se están utilizando en numerosos sectores. Por ejemplo, en el ámbito de la salud, médicos y cirujanos utilizan estas herramientas para planificar y entrenar procedimientos quirúrgicos complejos. Un ejemplo reciente es el del hospital Gregorio Marañón en España, que empleó gafas de realidad aumentada durante una complicada operación de cadera.
En el sector industrial, la realidad virtual es clave para la formación de operarios, ya sea en tareas de ensamblaje, mantenimiento o prevención de riesgos laborales. Empresas como Ludus ofrecen simulaciones para aprender a extinguir fuegos, trabajar en altura o manipular equipos de protección personal. Incluso en la aviación, el uso de simuladores de vuelo en realidad virtual permite que los pilotos se entrenen antes de subirse a un avión.
La logística no se queda atrás. He desarrollado un simulador interactivo donde los alumnos aprenden a gestionar inventarios, preparar pedidos y optimizar el proceso de carga y descarga de contenedores. Todo ello en un entorno donde pueden equivocarse sin consecuencias reales y, lo más importante, aprender de esos errores.
El Aprendizaje Experiencial: Ser Protagonistas en el Metaverso
Una de las ventajas del metaverso es que permite un aprendizaje experiencial. Aquí el usuario es el protagonista y puede asumir retos en primera persona. Es fundamental que los estudiantes no solo escuchen o vean, sino que actúen y experimenten. Esto se puede lograr de dos maneras: mediante experiencias guiadas paso a paso o a través de mundos abiertos, donde cada decisión es autónoma. Ambos enfoques son valiosos y complementarios según el contexto de aprendizaje.
Superpoderes en el Metaverso: Espacio, Escala e Interacción
El metaverso nos permite jugar con las reglas de la realidad. Podemos tener un espacio virtual ilimitado, representar escenarios complejos o incluso manipular la escala. Imagínate ser tan pequeño como para explorar el interior de un motor o tan grande como para observar un puerto en miniatura. Estas posibilidades ofrecen una perspectiva única que facilita la comprensión de sistemas complejos.
Además, la interacción es clave. Los usuarios pueden experimentar con la física virtual, o incluso «saltarse» algunas leyes para facilitar la enseñanza. Los códigos de colores, las vistas en rayos X y otras técnicas permiten simplificar y visualizar información de forma efectiva. En este sentido, el metaverso es un espacio donde la creatividad y la pedagogía pueden fusionarse para crear experiencias inolvidables.
La Emoción: El Ingrediente que Conecta
Pero, ¿qué es lo que hace que todo esto funcione? La emoción. Cuando nos emocionamos, nuestro cerebro libera sustancias que nos ayudan a recordar lo que estamos viviendo. Ver a mis alumnos fascinados, entusiasmados y satisfechos por haber superado un reto en el metaverso es el mejor premio para un profesor. La emoción es lo que hace que el aprendizaje sea significativo y duradero.
Una Reflexión Final: Educación y Transformación
La tecnología tiene un gran poder transformador, pero la educación tiene un poder aún mayor. Si es pública y de calidad, su alcance es incalculable. Creo firmemente que debemos comprometernos con un aprendizaje significativo y experiencial, tanto en la escuela como en las empresas. Un aprendizaje donde los estudiantes no solo escuchen, sino que vivan y experimenten, donde el error sea una oportunidad para crecer.
Como diría el protagonista de Ready Player One: «Las personas vienen OASIS (al metaverso) por todo lo que se puede hacer, pero se quedan por todo lo que pueden ser». La educación del futuro no se trata solo de enseñar, sino de crear experiencias que transformen vidas. ¡Gracias por acompañarme en esta aventura hacia el aprendizaje en el metaverso!