Me gusta tener alumnos extranjeros.
Por muchas razones pienso que es positivo, para ellos, para el resto de alumnos, para la Escuela/Universidad y también para la ciudad.
El trabajo del área de programas internacionales de esta Universidad y las experiencias de intercambio realizadas en los últimos años por alumnos (algunos fueron a China) y profesores están cambiando poco a poco nuestra Escuela y nuestra ciudad. Cada vez es más habitual tener alumnos de otros países, que cursan no sólo un cuatrimestre sino un curso entero o varios cursos aquí.
Todo esto es muy positivo, porque nos obliga (a todos) a tener contacto con la realidad global. Tanto los alumnos, los profesores como los ciudadanos … se encuentran con personas de otro país, de diferente aspecto físico, religión, costumbres y manera de pensar. A medida que conoces, trabajas y convives con personas diferentes te enriqueces. Te darás cuenta de que tu realidad (tu manera de pensar, comer, actuar, vivir… ) no es la única. Comprobarás rápidamente que ni tan siquiera es la más importante (en términos de población) y mucho menos la mejor ¿o acaso pensabas que existe una cultura o forma de pensar ‘mejor’ que otra?
Cuando vienen personas de otros países, se propicia la creación de nuevas amistades, incluso relaciones… nuevas oportunidades de negocio, educación, y un enriquecimiento de la cultura y la economía local.
Durante muchos años he pensado que precisamente una de nuestras carencias era eso, la falta de contacto exterior, salir y conocer mundo, o bien… que el mundo venga a conocerte. Tal vez así consigamos ser un poco más humildes, y no nos creamos siempre el ombligo del mundo. Es fácil caer en esa tentación, y pensar que nuestros problemas e intereses son siempre los más importantes. Cuantos problemas generan los estereotipos, los prejuicios y la ignorancia en este planeta.
¿Cómo son mis alumnos de China 中国?
Hoy quiero compartir con vosotros mi pequeña experiencia con alumnos/as de China, por cierto, un gran país que tuve la oportunidad de visitar y del que estoy enamorado.
En los últimos años, el número de alumnos de China que he tenido ha ido creciendo, este curso en una asignatura de Administración de Empresas tengo 11 de 101 que vienen a clase, es bastante. El curso anterior, en cambio sólo tuve 6 de 150.
Lo primero que tengo que decir es que cuando me llegan apenas saben español. Alguno ha vivido ya tiempo en España, pero la mayoría son alumnos que acaban de llegar y tienen unas nociones mínimas. Claro, esto lo complica todo. Y más en una asignatura donde el lenguaje es muy importante, donde no paro de hablar… y para acabarlo de arreglar, mientras explico la lección voy diciendo tonterías, poniendo ejemplos, y saltando de una idea a otra. Muchos chinos tampoco saben inglés, así que para explicarte tendrás que emplearte a fondo, hacer esquemas, mímica y tirar del diccionario de sinónimos.
Los alumnos chinos intentan prestar el máximo de atención y durante la primera parte de la clase, están a tope con sus máquinas de traducción o su aplicación de iPad o móvil… intentando traducir todo lo que pueden. Pero claro, es difícil mantener el ritmo, también se cansan … y si la clase es muy larga y dura… bajan el ritmo e intentan aguantar como pueden. Si te fijas en sus apuntes verás dos posibilidades, algunos escriben en caracteres o ideogramas de la escritura china. Otros en cambio, usan el hanyu pinyin que es el sistema de transcripción fonética; incluso cuando escriben en Word un documento.
Los alumnos de China, sin embargo son muy trabajadores y tenaces, no es un tópico, es una realidad. Desde el primer día los tendrás sentados en las primeras filas de clase (las que no gustan a los españoles), son puntuales (a veces incluso se cuelan en una cola, en China es bastante habitual debido al gran número de habitantes que son) y son muy educados (no suelen hablar fuerte en clase, saludan al principio y final de la clase, etc.). En tu bandeja de correo electrónico empezarás a ver cosas como esta:
Si el alumno acaba de llegar de su país, tienes que tener presente que sus horarios son diferentes, así que es normal que tenga un cansancio adicional. Además su hora de comer es diferente a la nuestra, allí comen a las 12h de la mañana, y si tienes alguna clase como yo de 12:30-14:30… a las 13:30 están ya que se mueren. Por eso, alguno se lleva alguna pieza de fruta a clase… hasta que se acostumbran a nuestro horario. Si haces una pausa a mitad de clase, es normal que alguno ponga la cabeza sobre la mesa para descansar un poco. He visto chinos dormir así en el avión, con la cabeza hacia adelante apoyada en el respaldo del asiento delantero o en la mesita del café… y en otros sitios insólitos. En internet encontrarás fotos divertidas sobre chinos durmiendo.
No sólo es el idioma, son diferentes maneras de pensar.
Por experiencia y tras hablarlo con otros compañeros profesores, a los chinos se les suele dar mejor las asignaturas que son cuantitativas, matemáticas y donde tienen que resolver problemas. Al parecer, por la educación recibida y su manera de pensar están más preparados para la matemática, la física, etc. En cambio, según mi experiencia, por la dificultad del idioma y por la diferente manera de pensar les cuesta más adaptarse a asignaturas donde el lenguaje y la expresión verbal o la comunicación puede ser la clave. Os contaré más sobre ello.
Una vez puse un trabajo para hacer y les dije «esto lo tenéis que entregar dentro de 15 días». Al acabar la clase una alumna china se me acercó y me dijo «no sé, ¿cuándo entregar?» a lo que yo contesté «dentro de 15 días». «No comprendo» dijo y en un papel me dibujó una línea recta. En un extremo ponía «hoy» y marcó dos segmentos de dos semanas… señaló con el dedo en medio y dijo «¿cuándo lo entrego?». Entonces comprendí que no me había entendido porque al traducir literalmente «dentro de 15 días» no sabía a qué día concreto me refería y por tanto no sabía cuándo había que entregar el trabajo. Tal vez, debería haber dicho lo tienes que entregar «después de dos semanas», «tienes 2 semanas para hacer el trabajo», o mejor «se entrega tal día».
En otra ocasión, me ocurrió lo siguiente. Había explicado una tipología de procesos industriales (por ejemplo: a, b, c…). Les puse un ejemplo real y les pregunté «este proceso, ¿de qué tipos es?». Un alumno chino, no entendía… ¿cómo es posible que pueda ser de tipo a y también de tipo c, u otro?. Parece que su mente es más lógica, más disyuntiva, «es de un tipo o es de otro»… pero cómo es posible que pueda ser de dos tipos o más a la vez.
Por eso, si tus exámenes son tipo test… tendrás un problema con los alumnos chinos. Si a los españoles, ya les cuesta… imagina los chinos que lo traducen literalmente e intentan procesar la pregunta de una manera más «matemática». Tendrás que ser muy cuidadoso a la hora de emplear el lenguaje y escribir la pregunta para que quede lo más clara posible. También es curioso, cómo te devuelven el examen tipo test, lleno de 中国蚂蚁 «hormiguitas chinas» que han ido escribiendo para entender lo que preguntas.
En mis exámenes test, las respuestas erróneas restan 1 punto, así que ante la duda es mejor no jugarte la respuesta. Los alumnos españoles suelen tener mucho miedo y acaban contestando menos de lo que deberían. En cambio los chinos te entregarán todo el test completo. No entienden eso de que se puedan dejar preguntar sin contestar, aunque se lo hayas dicho. Claro, como lo contestan todo y no entienden mucho… acaban sacando notas muy malas (incluso negativas).
En clase intento integrar al máximo a mis alumnos chinos. Tengo alguna diapositiva haciendo referencia a los guerreros de terracota para explicar la estrategia y los sistemas de producción, el arte de la guerra de Sun Tzu, y la curiosa manera que tienen los chinos de escribir la palabra crisis 危机. Cuando hay trabajo en equipo intento mezclar dos (uno que sabe un poco de español y otro que sabe menos) con alumnos españoles… y a la hora de evaluar hay que tener todo esto en consideración.
Toda una experiencia.
Queridos compañeros profesores/as, espero que el relato de mi experiencia os haya gustado y os ayude con los alumnos que vienen de China. Yo realmente, estoy fascinado con esta experiencia… me doy cuenta de lo mucho que me queda por aprender. Me encantaría poder recibir vuestros comentarios, y que me contarais también experiencias similares. Y también vosotros: mis alumnos de China ¿qué os parece todo esto? ¿cómo somos los profesores españoles en comparación con los chinos? ¿de vuestros compañeros españoles qué os parece curioso o interesante?. Gracias por los comentarios.