Este fin de semana tuve el placer de estar en el expositor que el Campus d’Alcoi de la Universitat Politècnica de València instaló en la Fira de Cocentaina 2015.

La Feria de todos los Santos (en valenciano, Fira de Tots Sants) es una concentración lúdica y comercial que se celebra en Cocentaina. Fue creada en el año 1346 por privilegio real concedido por Pedro IV de Aragón al conde de Cocentaina, Roger de Lauria. Es la segunda feria por antigüedad de España. Actualmente se celebra durante la semana en la que cae el día de Todos los Santos (el 1 de noviembre), y atrae cada año a más de 600.000 visitantes en un espacio de 90.000 m².

El objetivo era el de aprovechar este día de fiesta para mostrar a la gente algunos de los proyectos innovadores que tanto alumnos como profesores hacemos en nuestro Campus. Una manera excelente de acercar la Universidad pública a las personas a las que pertenece. Fue un honor poder aportar mi pequeño granito de arena, y explicar a todos los que se acercaron cómo enseñamos logística en el Máster Universitario de Ingeniería de Organización y Logística.

En una pequeña mesa estuve exponiendo una parte de LLOG – el juego para grandes profesionales, un proyecto de innovación docente que atrajo la atención tanto de los más pequeños como de los mayores. Los pequeños se quedaban fascinados con los juguetes y los elementos de LEGO que reconocían enseguida. Querían ponerse a jugar con ellos, pero también miraban con tremenda curiosidad toda la escena, se imaginaban una historia y la actividad que tendría lugar. Yo les decía:

«¿Sabéis que es esto?… es un almacén. De aquí salen todos los días los productos que encontráis en el supermercado cuando vais a comprar con los papis. Esto es una carretilla y es capaz de levantar estos palets que pesan más de 1000 kilos… Este camión tiene que visitar varias ciudades, pero tiene que gastar poco ¿verdad?. ¿Te gustan los palets? Tienen cajas con leche, cereales, galletas…»

Los pequeños se quedaban fascinados. Algunos les pedían a sus padres que se lo compraran. Algo que también dijo una señora mayor «¿cuánto cuesta? me gustaría para mi nieto».

Una de las cosas que más llamó la atención fue la demostración que hicimos del almacén con realidad virtual. Con la ayuda de mi colega y amigo Jordi Tormo (de publiaescala), los niños y los mayores podían adentrarse en un almacén virtual gracias a las gafas 3D de Oculus Rift que llevamos para la ocasión (os hablaré de ello más adelante en otro artículo).

De pronto el almacén se encontraba a escala real y allí mismo, la gente lo quería tocar con sus propias manos, y decía cosas como «¿y ahora qué tengo que hacer…?».  Una señal inequívoca de que rápidamente querían ser los protagonistas de la experiencia, y jugar a la logística.

Además de lo genial que fue estar con los niños y niñas, también fue muy interesante conversar con adultos que se paraban a preguntar porque precisamente trabajaban en operaciones logísticas. Pude hablar tranquilamente con transportistas, jefes de almacén, empresarios, etc. y explicarles con detalle el objetivo de LLOG en la formación universitaria, en la formación de directivos, y como línea de investigación. Intercambiamos datos de contacto con algunos de ellos.

Algunos mayores cuando se acercaban a la maqueta le decían a sus mujeres e hijos:

Mirad, esto es lo que hace el papá en el trabajo.

Realmente pude vivir algunos momentos muy emocionantes, y la experiencia valió realmente la pena. Estoy convencido de que los profesores universitarios tenemos una obligación con nuestra sociedad: la de formar a los profesionales y las personas del futuro, y hacer un trabajo de la mejor forma posible, de manera honesta. Es bueno acercarse a la gente, explicar lo que haces, despertar curiosidad y hacer sentir que formas parte de su vida, y de su futuro.

Os dejo algunas imágenes más de este maravilloso día.