Desde hace años que defiendo la idea de que la innovación docente se debe entender como un proceso de mejora continua. Este proceso es conocido por los japoneses como kaizen (改善).
Kaizen (改善): un término que podríamos traducir literalmente como «cambio a mejor» o simplemente «mejora». Su aplicación forma parte de la estrategia MCCT (Mejora Continua hasta alcanzar la Calidad Total) que se ha aplicado y se sigue aplicando en muchos procesos industriales y de servicios; y que está muy relacionado con otros conceptos como Mantenimiento Total Productivo/Preventivo, Lean Manufacturing, 5S, filosofía Toyota, TQM, etc.
Hace poco tuve la suerte de visitar Japón y pude reflexionar sobre este pensamiento al observar multitud de ejemplos cotidianos de la vida japonesa, algunos fueron realmente sorprendentes e inspiradores ya que no se trataba de los clásicos casos industriales ya conocidos que uno esperaba encontrar. De ello ya os hablaré en otra ocasión, pero he vuelto cargado de buenos pensamientos, contagiado por los japoneses… que piensan y actúan en favor del prójimo antes que en uno mismo.
Al igual que el kaizen es un proceso sin final que persigue la calidad total, ¿es alcanzable la calidad total?; la innovación docente es un camino sin retorno. Un camino que siquiera comenzarás si no estás completamente convencido. ¿Estar convencido de? os preguntaréis. En mi opinión, el proceso no puede comenzar si no tienes el absoluto convencimiento de que nunca alcanzarás tu objetivo (la calidad total), que además comenzarás un camino difícil donde probablemente no recibas ayuda; pero que por algunas razones (os dejo pensar…) y personas (tus alumnos) merece la pena aventurarse.
Los que me conocéis realmente y mis alumnos saben que hace ya mucho años que sigo este camino. No siempre he tenido la energía suficiente para dedicar el tiempo que me gustaría a este propósito… pero en cuanto he podido he intentado retomar la senda de la innovación docente. Un camino sin final, lleno de trabajo y obstáculos. ¿Compensa tanta dedicación y esfuerzo? pueden preguntar algunos. Pues depende de cuál es la recompensa que esperes conseguir. Esa reflexión también os la dejo pendiente. Para mí, y os soy completamente sincero, la recompensa es la experiencia vivida con mis alumnos (y con los profesionales de empresa) a los que tengo la suerte de formar. Puede sonar hipócrita, pero os puedo asegurar que es cierto. No soy absolutamente altruista, y por ello procuro disfrutar con algo de lo que recibo… las ideas.
La creatividad en la sangre.
Estoy absolutamente enganchado a una droga, la creatividad. Creo que hay algo en mi ADN que me hace no parar de pensar… literalmente miles de noches sin dormir pensando en nuevas cosas, en nuevas formas de hacer, de ser, de expresar, y también de enseñar. Y eso es precisamente la innovación docente, nuevas formas de enseñar-aprender. Cuando empiezas este proceso te ves obligado a, y también atrapado en, no parar de pensar en nuevas cosas. En crear nuevas formas para que los alumnos aprendan mejor (que no más). Algunas de estas ideas serán buenas, otras no. Tal vez la idea era buena pero al ponerla en práctica no funcione como te esperabas. Pero de lo que es seguro es que tras la experiencia mágicamente habrán aparecido muchas más ideas por explorar. Y eso es a lo que estoy enganchado, al ingenio y al proceso de creación.
La creatividad es una facultad mágica. Te permite solucionar retos y superar obstáculos (como la falta de apoyo y recursos)… y además es muy agradecida y se alimenta a sí misma, haciéndola más fuerte cada vez que la usas. La creatividad humana es la fuente de la tecnología, y la tecnología fuente de creatividad. Cuando aparece una nueva tecnología lo importante no es lo que se puede hacer con esa tecnología que alguien pensó… sino todo lo que se podrá hacer y todavía nadie ha pensado.
La tecnología de impresión 3D.
Esto es lo que está pasando en la actualidad con la tecnología de impresión 3D. No es una tecnología de ciencia ficción, es una realidad desde hace años. Una tecnología actual que cada día genera miles de nuevas ideas creativas: productos, máquinas, materiales, aplicaciones y que todavía no sabemos hasta dónde puede llegar.
Como profesor de ingeniería e intrigado por esta reciente tecnología hace tiempo que empecé a leer y aprender sobre la impresión 3D, y a seguir de lejos el fenómeno maker (DIY). Un día encontré «la horma de mi zapato», y es que la tecnología de impresión 3D es la herramienta que me iba a permitir materializar alguna de mis ideas.
Estanterías de LLOG, del boceto a la realidad.
Cuando empecé a crear LLOG – el juego para grandes profesionales de la logística, uno de los elementos imprescindibles era sin duda las estanterías del almacén. En su día estuve considerando diferentes alternativas de diseño, componentes y materiales. ¿Cómo lograr crear unas estanterías a escala, modulares, y con muy poco presupuesto? las piezas de LEGO fueron mi elección. No fue algo tan sencillo como parece, pues tuve que diseñar el montaje con las dimensiones adecuadas, con estabilidad estructural y con el menor número posible de piezas (LEGO no es precisamente barato).
Los que ya conocéis el juego LLOG veréis que las estanterías de LEGO son sólo una parte de todo un conjunto de juguetes, materiales, hardware e incluso software. Un diseño sencillo pero complejo a la vez para procurar una experiencia de aprendizaje realista con un presupuesto muy limitado.
Hace justo un año decidí que había llegado el momento de rediseñar las estanterías y que la impresión 3D podría servir para producir mis propias estanterías LLOG. Se trataba de un proceso de diseño, prototipado y producción de un nuevo producto, una parte fundamental de LLOG.
El reto empezó con unos bocetos de las estanterías en papel para definir sus componentes y uniones. Afortunadamente pude contar con la colaboración de José Alberto Martínez, uno de mis alumnos que hizo una gran labor al crear el modelo digital CAD 3D. Desde aquí quiero agradecer y reconocer públicamente el gran trabajo que José Alberto hizo, con alumnos como él uno se siente muy orgulloso.
Pero todos los diseños tienen que ser probados y seguramente modificados antes de pasar a producción. Por eso tuvimos que realizar varias pruebas de impresión 3D para validar el diseño. El profesor Santiago Ferrándiz, un gran profesional con muchos años de experiencia, nos ayudó mucho en la fase de prototipado (no os perdáis su blog del plástico). Fase en la que como podéis ver en las imágenes no todo salió bien a la primera y que nos obligó a repensar algunas cuestiones. Sin duda aprendimos mucho sobre la tecnología de impresión 3D, los materiales, los ajustes de las máquinas, las tolerancias, etc.
Llega un momento en el que uno tiene que dar el paso a la producción. Un momento crítico en el que debes contar con la experiencia de los mejores profesionales. En mi caso tuve la suerte de conocer a Eduard Miñana de la empresa 4 True Models.
Eduard lleva utilizando esta tecnología desde hace años, y ha visto de primera mano su evolución. Su experiencia en el uso de las máquinas y de los materiales es un aspecto imprescindible para que la fabricación del modelo se ajuste a todos los requerimientos. Como en todas las profesiones y tecnología «el saber hacer» marca la diferencia claramente.
Eduard supo solucionar las últimas cuestiones referentes a los materiales, calidad y acabado, montaje y tolerancias… y terminar con éxito el proyecto. Pronto os enseñaremos un video sobre el proceso de impresión 3D.
El resultado aquí está, tan sencillo pero tan hermoso a la vez. nuestras propias estanterías LLOG. Son ligeras, pero resistentes y estructuralmente estables, de diseño modular, con imagen de marca y a la escala del resto del juego.
Una nueva puerta a la creatividad.
Como os comentaba, esto no acaba aquí. De nuevo pienso que esto no ha hecho nada más que empezar; y es que hemos abierto una nueva puerta a la creatividad. Con esta nueva tecnología, cualquier utensilio, pieza o herramienta que imagines se puede hacer realidad rápidamente y a un coste asequible. Podrás compartir tus diseños y creaciones, que podrán mejorar rápidamente gracias a la participación de otras personas. La innovación docente ya tiene la tecnología que esperábamos. La impresión 3D nos facilitará la creación de nuevas cosas que utilizaremos como materiales didácticos como elementos para el aprendizaje basado en el juego, el rol o la simulación, y el aprendizaje basado en proyectos.
De nuevo una avalancha de ideas llega a mi cabeza… ¿nuevos elementos para LLOG? ¿nuevos juegos de aprendizaje? seguir atentos porque como siempre os lo iré contando.
Enhorabuena Alex!
Fantástico trabajo, magnífico resultado y, sobretodo, fantástico PROYECTO!
Esperando la siguiente sorpresa!!!