Después de la increíble visita a Xian y ese maravilloso viaje en el tiempo a través de la historia, mi viaje a China casi llega a su final… pero antes, aún queda la última etapa en Beijing.
Viaje a China (parte 5 – Beijing)
Como muchos sabéis, Beijing o Pekín es el corazón cultural, político y social de China. Después de Shanghai es una de las ciudades más pobladas de China. Entre ambas podríamos decir que alcanzan la población de España. Junto con Shanghai, Beijing es todo un símbolo, el corazón y el motor de la reciente transformación y modernización de China. Una muestra de ello fue el enorme esfuerzo realizado durante la preparación y ejecución de los Juegos Olímpicos de Verano de Pekín en el 2008, que entre otras cosas supuso una ampliación del aeropuerto internacional de Pekín.
Al visitar Beijing, no debes pasar por alto algunos símbolos y testimonios de la historia de China (desde la más antigua a la más reciente); como la increíble plaza de Tian’anmen originaria de la revolución del 49, de Mao Tse-Tung y testigo de la revuelta de 1989. Allí te sentirás pequeño, y al tiempo parte de una gran nación, con sus creencias e ideales, su forma de pensar y vivir (fotos y panorámica).
Junto a ella, se sitúa la fascinante Ciudad Prohibida, literalmente el centro de la antigua ciudad. Su belleza y su enormidad te harán sentirte otra vez humilde y muy pequeño (unos 800 edificios y 9000 habitaciones). Es Patrimonio de la humanidad, y por ello, periódicamente se realizan labores de mantenimiento y restauración. Allí, tomarás contacto físico literalmente con los chinos. Nunca había visto tanta gente junta. Y sin embargo, todo resultó ser tranquilo y más o menos ordenado, pero uff… cuanta gente! Desde entonces, todos los sitios que visito me parecen vacíos … jaja. Si te interesa saber más sobre su historia y construcción puedes visitar la página web oficial, o ver alguna de estas fotos. Te recomiendo que te fijes en los detalles… no sólo de las esculturas y ornamentos, sino también en las personas, los niños, sus gestos, etc. Seguro que si te gusta la fotografía como a mí… no pararás de enfocar y disparar… a ver si consigues hacer alguna foto sin gente!?.
Si pensabas que lo habías visto todo… todavía te queda! El Palacio de verano te dejará nuevamente sin aliento (fotos). Intenta tener tiempo para pasear tranquilamente, ver algunos rincones preciosos, el lago, las pinturas que adornan el pasillo, el barco de mármol (un capricho de la emperatriz Cixi), la pagoda… y a las personas. Aunque tan sólo son 300 hectáreas… y probablemente no podrás verlo todo.
Uno de los símbolos de China es sin duda su gran muralla. Visita obligada, aunque haga mal tiempo. No debes perderte la Gran Muralla china. Se calcula que tiene más de 8800 km de largo. Y cuando estés junto a su lado… y puedas tocarla… verás que no es un sueño, que no es una foto, que existe de verdad y que estás allí. Respira, toca sus piedras, siente, disfruta del momento y del lugar. Si quieres profundizar más en la historia, visita las tumbas de la dinastía Ming y el camino sagrado. Las tumbas están construidas siguiendo las reglas del Feng Shui, y en las esculturas de piedra del camino sagrado te llenarán de energía y misterio (fotos).
Por las noches, en Beijing podrás asistir a multitud de espectáculos. Yo por ejemplo fui a ver uno sobre Kung Fu de monjes Shaolin en el teatro rojo (video); y otro sobre acrobacia china en el teatro Tiandi (video)…. estos chinos son increíbles en todo lo que hacen.
Beijing todavía tiene más sorpresas que ofrecerte. Si puedes, intenta ir un domingo a ver el Templo del cielo. En el parque podrás ver a los chinos tal y como viven y disfrutan de su tiempo libre: cantando, bailando, jugando, escribiendo caligrafía efímera en el suelo, practicando Taichi … por cierto, yo lo practico y os lo recomiendo a todos/as. Sin duda, fue una de las cosas que más me gustó de todo el viaje.
Los amantes de la arquitectura e ingeniería avanzada, podrán ver con sus propios ojos (si todavía tenéis tiempo), construcciones como el estadio nacional de Pekín, el gran teatro, o el centro acuático nacional.
Aunque la ciudad es famosa por su ‘mercado de imitaciones’ para turistas (web oficial de Silk Street Market), a mí no me gustó nada. Me resultó muy agobiante, y eso de regatear creo que se me da bien, pero me agota enormemente. Si te gustan los productos ‘de marca’ o buscas ‘imitaciones’ para regalar/encargo es visita obligada. Pero sinceramente, me lo pasé mucho mejor, aprendí más e hice mejores compras (en cuanto a calidad y autenticidad) en la calle comercial Wangfujing Dajie. Allí podrás ver cómo se divierten, pasean y compran verdaderamente los chinos… y te quedarás impresionado por el grado de consumo, vida y ‘capitalismo’ actual. Si crees que has visto centros comerciales grandes y ambiente en las calles… es que no has estado en Wangfujing Dajie. Allí podrás comprar de todo: productos de seda de verdad, productos de marcas chinas, y también comer de todo… en definitiva, sumergirte en su estilo de ocio, lo que ellos compran, visten y comen. En la calle de la comida ‘Wangfujing Snack Street’ … o como decimos nosotros ‘la calle de los bichos’, si te atreves podrás comer la ‘autentica’ comida china (videos).
Y esto es todo amigos! El viaje llega a su fin. Cansados pero contentos, llega el momento de hacer las maletas nuevamente, cargarlas de buenos recuerdos y experiencias… y volver a casa. Por delante quedan muchas horas de viaje, que forman parte también de la experiencia y que debes aprovechar al máximo. Un último consejo: antes de volver, no olvides comprobar el peso del equipaje antes de facturar. Si has comprado mucha ropa… arrúgala un poco y quítale las etiquetas, y si compraste demasiados ‘rolex’ para regalar… intenta repartirlos hábilmente aquí y allá… no suelen haber problemas en la aduana, pero mucho cuidado con tu equipaje.
Ah! el jet lag existe os lo puedo asegurar… y se me hizo más notable al regreso desde China que a la ida. Tardé unos 3 días en ponerme al día y recuperar mi horario habitual. El viaje ha terminado y con este artículo su relato. En el siguiente y último artículo intentaré resumir algunas de mis conclusiones finales y algo de lo que aprendí en toda esta fantástica experiencia:
- Viaje a China (parte 6 – conclusiones)