Después de barajar diferentes alternativas, entre ellas el famoso y estiloso IPod shuffle 1Gb (nuevo precio de 45€, y atención al próximo con 2Gb por 65€), … finalmente el ganador de mi contienda ha sido el Creative Zen Stone plus (por unos 59€, o menos ~45€ si lo compras en internet, o si te libras del dichoso canon estimado en 3’15€ de impuesto).

• Memoria de 2 GB que permite almacenar unas 1.000 canciones.
• Pantalla redonda de color azul para una rápida y sencilla selección de canciones y funciones.
• Reproductor de MP3, radio FM, reloj, cronómetro, micrófono, grabadora.
• Botón de acceso directo programable para acceder con una sola pulsación a las funciones más importantes.
• Batería recargable integrada de gran autonomía.
• Colores: negro, blanco, verde, azul, rojo o rosa.

Y es que en la eterna batalla del mercado, el cliente siempre quiere ‘más por menos’. El famoso valor añadido, no es otra cosa que una relación; un cociente entre la suma de funciones tangibles (e intangibles) y el precio que debes pagar por conseguir todo ello.

Valor = Sumatorio de funciones tangibles e intagibles ponderadas / PVP

Lo curioso de esta función, es el precio es más o menos fijo: lógicamente depende del producto y del punto de venta u oferta, pero quiero decir, que no depende de una persona a otra, sino de la oferta (cosa que uno no puede controlar directa y personalmente). En cambio, la suma de funciones y prestaciones, está condicionada por tus intereses, tus objetivos y el peso o prioridad que le das a cada aspecto del producto.

¿Qué es más importante para tí..? ¿el excelente diseño y acabado de la marca de Apple (carcasa de aluminio, pinza y logo de manzanita)? ¿la capacidad de almacenaje (1Gb no es suficiente)? ¿qué además tenga radio y puedas ver el título de las canciones en la pantalla?, ¿que sea ligero y muy portable (clip)?, etc…

Pues bien, de momento la compra ha sido satisfactoria. Ahí van mis impresiones (siempre personales): El cacharrín es fácil de usar, nada de iTunes, sino copiar y soltar las canciones al USB. Reconoce todas tus carpetas, permite reproducir aleatoriamente (por carpeta, 1 vez, todo).

Reconoce los formatos típicos: MP3, WMA (ambos hasta 320 Kb/s), y tienes 2Gb de información que es más que de sobra. Puedes ajustar tus canales de radio, buscar el dial a mano, o soltar de un canal a otro. Graba tu voz con el micrófono para recordatorios o si tienes ganas de ‘grabar tu propio hit’ en IMA-ADPCM (8 kHz, 4 bits mono)…

Es extremadamente ligero (21g) y venden accesorios tipo correa, llavero o clip. Se escucha de maravilla, y tiene ecualizador con los modos típicos: Rock, Pop, Vocal… o personalizado a tu gusto, incluyendo el realce de graves. La pantalla tiene un buen contraste, tipos de letra adecuados y se apaga automáticamente para ahorrar energía mientras escuchas la música.

Lo puedes usar desde cualquier sistema operativo: Windows, MAC, GNU/Linux que reconozca USB 2.0, y también para llevar documentos como si fuera una memoria USB. Tiene cronómetro, por si quieres controlar tu tiempo en el gimnasio. Los auriculares son de color blanco, como los de Apple. Y repito, el sonido es excelente (aunque no he probado el IPod)

Prestaciones del reproductor de MP3:

• Relación señal/ruido: hasta 90 dB
• Separación de canales: hasta 60 dB
• Respuesta de frecuencia: 20 Hz ~ 20 kHz
• Distorsión armónica de salida: <0,1 %

Auriculares:

• Rango de frecuencia: 20 Hz ~ 20 KHz
• Sensibilidad: 109 dB ±3 dB SPL a 1 kHz
• Impedancia: 32 Ω ± 15%
• Conector: miniconector estéreo de 3,5 mm

¿Recordáis la calidad de sonido de las míticas primeras tarjetas de sonido Sound Blaster de Creative (Creative en Wikipedia)?

Y todo ello en un cacharrín:

• Tamaño (ancho x alto x largo): 55,6 x 35,3 x 12,8 mm
• Pantalla: 64 x 64 píxeles
• Peso: 21 g

Y es que al IPod de Apple le están creciendo los enanos, por todas partes. Y eso, sin duda es bueno… muy bueno para el consumidor.

• Más fotos del producto.
• Comparativa con el IPod, una de tantas.